Ensayo. La profundidad simbólica del fabricante de deudas de Sebastián Salazar Bondy
Por: Centro Literario Istak Axolotl
Sebastián
Salazar Bondy, crítico, poeta, periodista y dramaturgo peruano, nació en la
ciudad de Lima el 4 de febrero de 1924. Comenzó su formación académica en el
año 1930 en el Colegio Alemán; sin embargo, se le transfirió al Colegio San
Agustín, lugar donde recibió una educación religiosa tras la muerte de su
padre. Su primera publicación se dio a conocer en la revista Palabra
cuando él contaba con solo 13 años.
En
1938 publicó otras composiciones en la revista de su colegio El mundo
agustiniano, y tres años después, ingresó a la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos para realizar estudios en Derecho y Letras. Más tarde, en 1943, surgió
su poemario Rótulo de la esfinge el cual se desarrolla a partir de una
colaboración con el poeta social Antenor Samaniego. Igualmente, en dicho
periodo nace Bahía del dolor. Ambas producciones omitidas en la
posteridad de su creación literaria.
En
1946 participa en la edición de La poesía contemporánea del Perú junto a
los artistas Javier Sologuren y Jorge Eduardo Eielson. Posteriormente en 1947
le otorgan el Premio Nacional de Teatro con sus obras Gran Laberinto y Amor,
y en 1952, obtiene el galardón Rodil. Pobre gente de París y el Premio
Nacional de Periodismo son logros que coinciden en la misma etapa de su
trayectoria (1958).
Además
de esto se suma a su reconocimiento el Premio León de Greiff (1960) y el Premio
Cabotín, el primero gracias a su antología poética Conducta sentimental y
el segundo por el mejor artículo periodístico del año. Se le consideró, además,
candidato para formar parte del jurado del premio teatral de la Casa de las
Américas de 1962. En 1965 le conceden el Premio Nacional de Teatro por el
estreno de El rabdomante; no obstante Bondy falleció el 4 de julio.
Respecto
a sus aportaciones teatrales destaca particularmente la crítica social mediante
comedias sencillas; pero profundas por su reflexión acerca de la realidad pues
estas se construyeron bajo la influencia del Movimiento Social Progresista, una
agrupación de intelectuales que abogaban por el cambio social desde la
perspectiva humanística para brindar espacios de crecimiento, impulsando el potencial
de cada individuo.
En
cuanto a su trabajo se encuentran diversos títulos como: Los novios
(1951), El de la valija (1953), El espejo no hace milagros
(1953), No hay isla feliz (1954), En el cielo no hay petróleo
(1954), Algo que quiere morir (1956), Dos viejas van por la calle
(1959), Sólo una rosa (1961), La escuela de los chismes (1965), Ifigenia
en el mercado y El fabricante de deudas (1964). Esta última,
conformada únicamente por dos actos, selló la etapa en la que Bondy emplea como
recurso estilístico en su dramaturgia el tópico social criollo de las clases
medias o altas.
El
argumento se desenvuelve mediante la sátira representada por los 14 personajes,
incluidos dos que nunca salen a escena; pero existen porque son mencionados. De
este conjunto sobresalen figuras simbólicas las cuales tienen la función de visibilizar
el contraste y el contexto que el autor denuncia a través del discurso emitido,
en esta ocasión, en los coloquios. Luciano Obedot y Castro son actantes en los
que la cuestión ideológica es más notoria. Encarnan la dicotomía temática
Socialismo vs Capitalismo.
Desde
el comienzo se informa al espectador el estado económico de la familia de
Luciano. Esto por medio de aspectos que conciernen a lo que García Barrientos
denomina distancia comunicativa, pues se reconoce el rompimiento de la
cuarta pared cuando Cash el cobrador comenta dirigiéndose al público: “disculpen
esta entrada en escena, señoras y señores, pero no podía haber sido de otro
modo. ¿Ven ustedes todo esto? […]” (Sebastián Salazar, 1964, p. 267).
A
la par los empleados domésticos exponen los abusos cometidos. En el transcurso
se observa que dos de ellos, Godofreda y Jovita, no están de acuerdo con la
situación; sin embargo, Jacinto el mayordomo reafirma su postura manifestando
el mismo sentido que su empleador adopta en la problemática que experimentan.
Esto haciendo uso de la ironía para evidenciar la incoherencia de su
pensamiento, generando así una diálogo con un mensaje connotado:
[…]
¡Esa palabra no se pronuncia en una casa decente! Pedir prestado y no pagar, no es robo. Eso es, como dice
el señor, operar con el crédito. Si
meto la mano en tu bolsillo y saco plata, sin que tú lo notes, cometo un robo. Pero si yo te pido
de buenos modos cien soles, y tú me
los das, y luego no te puedo pagar, y me concedes un plazo, y tampoco cumplo […] eso es tener intereses
financieros en común […]. (Salazar,
1964, p.272)
Asimismo
Socorro, esposa de Luciano, se sirve del exordio ritual. Una fórmula de locución
planteada por Reboul en Lenguaje e ideología que posee la finalidad de promover
un acto aprovechando la incitación implícita dentro del mismo, para así, reforzar
la petición mediante expresiones especificas que hacen referencia al grupo al que
uno desea dirigirse y formar parte en un momento específico. Dando lugar a un vínculo
solidario.
En
este caso ella utiliza constantemente la palabra “hijos” cada vez que se dirige
a los empleados: “Gracias, hijos. Ustedes que, según supongo, están orgullosos
de servir a una nieta del General Pinzón, que contribuyó con su influencia a la
liberación de los esclavos, serán discretos, ¿no es así?” (Sebastián Salazar,
1964, p.277). Además del énfasis que proporciona la interrogación retórica, la
adición del hecho histórico relativo a los esclavos coloca sus respuestas en
una posición comprometedora.
Esto
debido a que ir en contra de dicha pregunta es desacato ante una autoridad, y
por ende, un poder ya que los coloquios de Socorro al igual que los del señor
Obedot se rigen por un código ideológico semejante. Igualmente, la probabilidad
de una contestación es casi nula debido a que, como asevera Reboul, el tomar la
palabra dota de cierta jurisdicción al orador y de deber correlativo al oyente de
escuchar: “En fin, hijos, puesto que ustedes son lo que son gracias al
democrático espíritu de mi abuelo, el General Pinzón, espero que sepan callar
los rigores del momento y esperar la abundancia futura” (Sebastián Salazar,
1964, p. 277).
Otro
diálogo que exterioriza la misma ideología, y a su vez, contrariedad que el dramaturgo revela gracias a la voz de
sus personajes es el ideal de Luciano respecto al manejo de la economía en el
país. Políticas que relaciona y justifica directamente con su gobierno el cual
se administra claramente por un sistema capitalista, pues el actante asegura
que aquellos que lo repudian son “comunistas”. Palabra-choque por la que
según Reboul se designa la acción y visión del opuesto para descalificarlo:
[…] en el régimen liberal de todo crédito es
la riqueza. Si los pequeños comerciantes
de este barrio desconocen tan simple y sabio principio económico, practicado aún por nuestro Supremo Gobierno en sus complejas finanzas, es que son unos
ignorantes. […] O, tal vez, unos pérfidos
comunistas […] Y si tú los encubres, también serás sospechosa de comunismo. (Salazar, 1964, p. 279)
Retomando
el concepto de visión en la propuesta de García Barrientos en cuanto
distancia, intervienen elementos de perspectiva en la recepción. De los tres
componentes que la conforman es pertinente apuntar hacia la ideológica puesto
que, aunado a la transgresión que Cash produce a la cuarta pared cuando se
dirige a la audiencia, también debe considerarse la interacción que otros
personajes tienen con el público pues esto no sólo atenúa la distancia
ficcional; sino que en equivalencia vuelve significativa la obra:
La
deuda es prueba de mi existencia. ¡Existo! ¡Y existo, no gracias a que el autor me puso en ese teatro, sino
porque palpito, peso, sueño y estoy
aquí y en la calle […] y hasta, tal vez, me hallo ahora mismo sentado en la platea! […]. (Salazar,
1964, p.281)
De
lo anterior surge una clase de complicidad entre ambos espacios ya que la
ilusión se logra con tal maestría que los receptores se convierten en un actante.
Viven en carne propia la experiencia y aún más la profundidad de su reflexión
debido a que la idea clave queda en boca del icono socialista del acto
dramático quien nuevamente crea un enlace comunicativo, simbólico, pronunciando:
[…] Ustedes lo conocen mejor que yo. Un
tornillito del gran engranaje de la
inmensa maquinaria. En cuanto está levemente gastado, ya no sirve para nada. El sistema lo quiere
reemplazar y él se resiste […] Sin dinero
estos bichos no valen nada […] ¡Que se acabe la sangre, el aire, las instituciones, los dioses pero no el
dinero! […]. (Salazar, 1964, p.304)
Por
lo argumentado es posible observar que los propósitos principales de Bondy se
cumplen. Denuncia, partiendo de un discurso socialista, la realidad cíclica
dentro del orden capital en Perú. Una forma de organización que, desde su postura,
perjudica el crecimiento autónomo del hombre. Especialmente el de aquellos
pertenecientes a las clases bajas. A los desprivilegiados.
No
obstante, proporciona la otra cara del contexto. Una parte en la balanza en la
que los beneficiados eventualmente se vuelven integrantes del colectivo al cual
intentan evadir silenciándolo: “ […] El dios dinero es falso y cruel. Se devora
a sus adoradores. Y como su vientre no tiene fondo , nunca deja de engullir y
engullir victimas […]” (Sebastián Salazar, 1964, p.324).
Bibliografía
Ø Anónimo. (4 de abril del 2020). Movimiento Social Progresista. (04/05/2020). En Wikipedia.org recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_Social_Progresista
Ø Anónimo. (31 de marzo del 2020). Sebastián Salazar Bondy. (04/05/2020). En Wikipedia.org recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3%A1n_Salazar_Bondy
Ø García, Barrientos, José Luis, Cómo se comenta una obra de teatro, Paso de Gato, México, 2012.
Ø Gustavo von Bischoffshausen. (12 de mayo del 2015). “El fabricante de deudas” de Sebastián Salazar Bondy. (04/05/2020). En casadelaliteratura.gob.pe recuperado de: http://www.casadelaliteratura.gob.pe/video-el-fabricante-de-deudas-de-sebastian-salazar-bondy/
Ø Reboul, Olivier, Lenguaje e ideología, Fondo de Cultura Económica, México, 1986.
Ø Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Sebastián Salazar Bondy. (04/05/2020). En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/salazar_bondy.htm.
Salazar, Sebastián, Comedias y Juguetes, Patronato para la publicación de las obras de Sebastián Salazar Bondy Francisco Moncloa Editores S. A., Lima, 1967
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